Cádiz CF
Suso, un nuevo fichaje presidencialista
Manuel Vizcaíno vuelve a confiar en su intuición para reforzar al equipo e ilusionar a la grada
Suso grabó un anuncio en el estadio

Algunas, la mayoría, le han salido bien y, en cambio, otras, le ha salido mal. Manuel Vizcaíno lleva más de una década al frente del Cádiz CF y a lo largo de su ya considerable recorrido ha tirado de intuición en no pocas ocasiones para reforzar al equipo y reactivar la grada.
Como es sabido, Locos por el Balón llegó a la entidad en la recta final de la convulsa temporada 13/14 iniciada por los italianos de Sinergy. Entonces, el club era gobernado por una ley concursal que impidió no despedir antes a Raúl Agné, principal empeño de los directivos recién llegados con Manuel Vizcaíno al frente y Quique Pina en la sombra. A pesar del concurso de acreedores, en aquel mes de enero se hacen no pocos fichajes, destacando el del entonces desconocido Jon Ander Garrido. Finalmente, a ocho partidos de acabar la temporada regular, los administradores concursales dan el visto bueno para echar a Raul Agné y Vizcaíno tira del gaditano Antonio Calderón, que consigue -no sin apuros- meter al equipo en los 'play off' de ascenso que terminarían a las primeras de cambio con un trágico desenlace en Hospitalet. Al final del encuentro todo fueron lágrimas en los aficionados desplazados en Cataluña ante la enésima piedra en el camino que sacudía a la entidad. Fue entonces cuando Vizcaíno comenzó a liderar el proyecto que justo ahí acababa de empezar animando a la masa social con un discurso ciertamente inspirado y edificante a pesar de que se estaba en mitad del terremoto.
Eran otros tiempos y la 14/15 y Vizcaíno formaba más parte del área institucional y dejaba la parte deportiva a Juan Carlos Cordero y Quique Pina, que hicieron un equipo top con nombres de relumbrón en Segunda B como Jona, Auslestia, Navarrete, Hugo Rodríguez, que venían a unirse a los Juan Villar, Kike Márquez, Kike López, Garrido, Airam Cabrera o los ex del Jaén Servando y Fran Machado. Aquella temporada la empezó en el banquillo Calderón, que fue reemplazado por Claudio a mitad de una temporada en la que el Cádiz CF acabó liderando con mano de hierro aquel Grupo IV para caer, primero, ante el Oviedo y, después, ante el Bilbao Athletic. Nuevo mazazo al cadismo y al primer proyecto por derecho de Locos por el Balón, sociedad que abriría al poco una guerra civil que ha acabado con Pina fuera del club.
Dani Güiza, el primer golpe de mano
Llega la 15/16, la primera que Manuel Vizcaíno toma la batuta -con el acompañamiento de Jorge Cordero en la dirección deportiva- y que finaliza con el ascenso. Y, en efecto, llega su primer fichaje presidencialista, este con polémica incluida ya que al sevillano se le ocurrió vestir de amarillo al jerezano y casi que futbolista non grato para el cadismo Dani Güiza, exrepresentado por Pina. Como era de esperar, los radicales del equipo censuran el fichaje del ex del Getafe pero el resultado no puede salir mejor. Ascenso con gol incluido en Alicante del paisano de Kiko Narváez. Antes, a cuatro jornadas del final de la temporada regular, Vizcaíno destituye a Claudio Barragán y se trae a Álvaro Cervera. Poco más que decir aunque salvando que ese verano, gracias a la mano de Jorge Cordero llegan jugadores muy importantes como Aridane, Álvaro García, Salvi...
El ascenso a Segunda vuelve a juntar a Locos por el Balón y, por consiguiente, son Juan Carlos Cordero y Quique Pina los constructores de un equipo que en su primer año en Segunda (la temporada 16/17) acaba clasificándose para el 'play off' de ascenso a Primera cayendo en la primera eliminatoria en Tenerife, que se clasifica para la final por haber quedado un puesto más arriba que el Cádiz CF. Año inolvidable.
La 17/18 sigue en la dirección deportiva Juan Carlos Cordero para alivio de Álvaro Cervera, entrenador que nunca estuvo más cómodo que con el murciano al frente de la confección de una plantilla a la que se incorporó en ese mercado de invierno Darwin Machis, del Udinese de Pozzo, socio de Pina. El equipo se queda cerca de los 'play off' de ascenso tras una segunda vuelta decepcionante por la excesiva dependencia de jugadores como el venezolano y Ager Aketxe.
Es la siguiente campaña, la 18/19 cuando Juan Carlos Cordero es destituido por Vizcaíno en septiembre, al poco de comenzar una temporada en la que el Cádiz CF llegan jugadores como Álex Fernández, Sergio Sánchez, José Mari, Correa y, ya en invierno, el Pacha Espino y Fali. De nuevo, el Cádiz CF se mantiene con toda la tranquilidad del mundo en Segunda quedándose mucho más cerca otra vez del 'play off' de ascenso a Primera.
Jurado, un bluf con buena intención
La 19/20, la del ascenso a Primera, es programada completamente por Manuel Vizcaíno, que a sabiendas de que parte de la hinchada comienza a aburrirse con el juego de Cervera, intenta darle un motivo para agitar un poco el avispero. Además, ya antes, se trajo para sustituir a Juan Carlos Cordero a Óscar Arias. Sin la opinión del entrenador, el presidente cadista se deja llevar por la condición de sanluqueño de José Manuel Jurado, que llevaba en de retiro en la liga china, y antes árabe, un largo tiempo sin competir. El resultado fue desalentador. Incluso tuvo opciones con Cervera, pero ciertamente no estaba bien físicamente y el cadismo acabó castigándolo con sus pitos y él retirado. Quien sí dio un espectacular resultado fue el actual secretario técnico del Cádiz CF, Juan Cala, que a diferencia de Jurado también venía de China pero dio su rendimiento fue top. Tan top que el defensa, con su gol en Carranza ante el Racing, le dio a aquella banda de Cervera el empujón necesario desde atrás para ascender a Primera gracias también a los goles del Choco Lozano, las carreras de Iza, la efectividad de Álex en la mediapunta o la austeridad bajo palos de Cifuentes.
A Primera con un regalo
El ascenso en Primera fue agridulce debido a la pandemia, sin embargo, Manuel Vizcaíno tuvo a bien regalarle a la afición ese mismo día en el que se certificó le ascenso el fichaje para la 20/21 de Álvaro Negredo, otro veterano que pese a llegar con la vitola de jubilado reportó al club pingües beneficios parecido a los que Oli entregó en su día al Cádiz CF de Antonio Muñoz. El delantero vallecano marcó goles por doquier y se entregó hasta que Sergio dejó de contar con él. Ese año el once amarillo igualó la mejor clasificación liguera de su historia y contribuyen a ellos buenos fichajes como el mediocentro danés Jens Jonsson o el arquero argentino Conan Ledesma.
La 21/22, la que empezó Cervera y acabó Sergio, no estuvo muy fino que se diga Vizcaíno en el verano puesto que confió en dos promesas sudamericanas como Alarcón y Arzamendia que fracasaron. También, por consejo de Caparrós, llegó Haroyan, que fue titular con Cervera por delante de Víctor Chust, que llegó cedido de La Fábrica. Pero fue con el mes de enero donde el presidente amarillo rectificó y se consagró con los fichajes invernales de Idrissi, Luis Hernández, Lucas Pérez, Fede San Emeterio o Rubén Alcaraz. Permanencia sobre la campana y exitazo en la gestión invernal.
El gran trabajo de Sergio le hace renovar y en la 22/23 vuelve a conseguir la salvación con un equipo al que llegan en verano Bongonda -pasado de peso- y Brian Ocampo -lesionado-. La buena labor de Sergio, que consigue hacer crecer al bloque levantado la anterior campaña le dan la permanencia a un equipo y se consigue de forma más airada. Contribuyen de manera importante a lograrla hombres como Roger, Sergi Guardiola o Gonzalo Escalante, estos dos últimos llegaron cedidos en el mercado de invierno para firmar al año siguiente y entrar en barrena. También llegó desde Lugo el gaditano Chris Ramos.
Las curvas llegan en la 23/24, donde Sergio apenas participa en la elección de jugadores y se ve como el club renueva a Negredo y José Mari, dos veteranos con los que ya no contaba en sus últimas ocasiones. Para colmo, las lesiones -muchas de ellas previsibles- se amontonan sobre una plantilla que comienza a dar evidentes señales de degradación fulminante y después de refuerzos veraniegos que ni fu ni fa como Javi Hernández, Lucas Pires, Rober Navarro, Koaumé o Machis. No se esmeró demasiado en enero Vizcaíno, que complementó a la plantilla ya de Pellegrino con la llegada de los desconocidos Ousou y Samassekou y la sí destacada pero no suficiente del bético Juanmi. Descenso y al cajón.
El retorno a Segunda no ha sido lo esperado. O sí, tanto que sí. La cantidad de contratos duraderos hipotecaron a un equipo, el de la recién terminada 24/25, que se puso en las manos de un ilusionante Paco López, pero muy pronto todos se confirmó que con el entrenador de Silla no bastaba para tirar de una plantilla en plena destrucción. Fichajes de medio pelo como Matos, Caro, Kovacevic o lesionados como Melendo y Carlos Fernández apenas pudieron tirar de un carro que hedía a muerto.
El cierre de la campaña ha traído consigo la idea de Vizcaíno de hacer para esta 25/26 un «cambio radical» en una plantilla a la que ya se puede dar por hecho la llegada de Suso, que salió del Cádiz CF con 16 años hace ya más de 15. Es, sin duda, el tercer fichaje presidencialista de un Manuel Vizcaíno que busca con él, además de tener al mejor jugador de Segunda en su equipo, reactivar el alicaído ánimo de una grada que ansía ilusionarse de nuevo tras dos años para olvidar. Se trata, sin duda, de un nuevo giro de timón donde no aparece el consentimiento de un entrenador que deberá amoldarse a lo que le llega. Y más, si lo que le llega es bueno. Y este, como en los anteriores, es el caso. Ahora solo queda esperar.