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Absuelto de cultivar marihuana en Sanlúcar porque cuando se inculpó no estaba su abogado delante
narcotráfico
El juzgado considera que se vulneró el derecho a la defensa y que además no había pruebas incriminatorias suficientes contra el procesado, un vecino de Sanlúcar
Un agente aseguró durante la vista que sí le había confesado la autoría en un primer momento
Las plantaciones de marihuana representan el 25% de la energía defraudada en Cádiz

Un acusado por tener en su propiedad un cultivo de marihuana en Sanlúcar ha sido absuelto por el Juzgado Penal número 1 de Cádiz al considerar que no se pudo probar que tuviera algún tipo de responsabilidad sobre dicha plantación.
La causa se remonta a octubre de 2022 cuando sobre las once de la mañana agentes de la Policía Nacional se encontraban por la zona de la Colonia de Monte Algaida. Allí observaron desde el exterior de una finca como en su interior había invernaderos en los que se había plantado marihuana. Entonces, se iniciaron las investigaciones para identificar a sus propietarios.
De esta forma por un lado se identificó a un sujeto y también a su padre quien no se encontraba entonces en el lugar. En el invernadero se encontraron 108 plantas de marihuana que fueron decomisadas.
Ante estos hechos ambos quedaron detenidos y se abrió causa judicial contra ellos por un delito contra la salud pública. La Fiscalía solicitaba para el padre una pena de cuatro años y medio de prisión.
En la celebración de la vista el abogado de este procesado, el letrado Juan Carlos Gómez Villegas, alegó la indefensión de su representado al considerar que no había pruebas suficientes para haberlo procesado en esta causa.
Según indica el fallo, el acusado nunca reconoció judicialmente que dicha plantación fuera de su propiedad ya que en fase de instrucción se acogió a su derecho a no declarar. Sí se defendió de tales acusaciones en la vista oral a preguntas de su defensa. Sin embargo uno de los policías que declaró aseguró que el procesado sí le había indicado que las plantas eran suyas cuando se personó en la comisaría.
«En ningún momento puede tener valor probatorio unas presuntas manifestaciones realizadas por el acusado a un agente de la Guardia Civil cuando se practicaban diligencias y sin que éstas se hubieran recogido pues como dijo el agente carecen de valor si no está presente el letrado», argumenta la sentencia. Y añade: «En la vista no se practicó prueba alguna que determinara que el acusado hubiera realizado labores de cultivo, cuidado y atención de las plantas de marihuana, hubiera instalado un riego específico, ni nada, ni tampoco que hubiera sido visto entrando o saliendo del invernadero».
Y también se insiste en la ausencia de prueba documental que acredite «de forma fehaciente» y sin dudas que el acusado fuera propietario del invernadero, del terreno donde se encuentra, y que lo tuviera arrendado, alquilado o se limitara a explotarlo.
Por estos motivos, el juzgado absuelve al acusado porque considera que no existe valor probatorio alguno.
Desde la Costa Noroeste a España o Europa
El cultivo de la marihuana sigue siendo uno de los principales problemas delincuenciales relativos al narcotráfico que existen en la Costa Noroeste de la provincia. En este caso, el investigado ha sido absuelto pero sí se ha acreditado la existencia de dicha plantación aunque se haya descartado judicialmente que él tuviera algún tipo de responsabilidad penal sobre ella.
En este sentido, las fuerzas policiales que trabajan en la zona siguen alertando de la proliferación de unos años hacia acá de este 'negocio' dedicado al cannabis y de como se ha ido especializando, incluso 'industrializando' con modernas mecánicas y, lo más rentable para ellos, extendiendo sus 'pedidos' hacia el resto de España y Europa. Así ocurría hace un tiempo en Granada con los cultivos 'indoor' (de interior). Pero ahora, la diferencia, es que en las grandes fincas de Sanlúcar, Chipiona, Trebujena... se esconden en viveros y zonas rurales donde se camuflan entre otras explotaciones legales y en grandes cantidades.
Precisamente hace unos días la Guardia Civil de Cádiz daba cuenta de una operación contra una organización dedicada a transportar marihuana al norte de España. En dicha investigación se detectó como esta red utilizaba dobles fondos realizados en vehículos dotados de sofisticados sistemas de apertura. Los traficantes cultivaban su propia marihuana, abarcando todas las fases del proceso, desde el montaje de distintas plantaciones indoor hasta el transporte final. Se han detenido a nueve personas y se han incautado unas dos mil plantas.
En el incremento de estos cultivos ha tenido mucho que ver los beneficios económicos que les reportan. Obviamente. El mercado europeo es más que tentador. Al año se pueden sacar unas cuatro cosechas de 'maría' en grandes explotaciones (dos meses y medio para cada una). El kilo (unas diez plantas, aunque siempre depende de cada cultivo) se vende en España a unos 1.600 euros. Pero si llega al continente ese precio se dispara . Doble, triple o más. Depende también de los kilómetros hacia el interior que se recorran (mayor riesgo) y del precio que se acuerde por ello. Si además, cada vez hay más competencia, la garantía de que el 'pedido' llegue intacto también se cobra.