Cádiz CF
A Garitano le cae un bendito problema
La confirmación del fichaje de Suso llega unos días después de que el entrenador vasco perfilase el modelo de equipo que quiere tener
Ya es oficial

A los pocos que quedasen que le interesasen las últimas palabras de Garitano como entrenador del Cádiz CF 24/25 le saltarían las dudas nada más escucharlo. Motivado por las circunstancias tan adversas que ha encontrado en esta primera etapa al frente del banquillo de Carranza, lo cierto es que el modelo de juego del equipo entrenado por el preparador vasco quedó más bien desfigurado debido a las lesiones, malos rendimientos y, sobre todo, porque dirigía a una plantilla en la que él apenas había tenido voz a la hora de confeccionarla.
Conseguido el triste objetivo de la permanencia, y ya más tranquilo y calmado, Gaizka fue preguntado por la prensa gaditana el día previo al último encuentro de Liga en Oviedo acerca de lo que quería tener entre manos de cara a la temporada venidera. Una vez aclarado que su deber como profesional es «amoldarse a los futbolistas que tiene para sacar los mejores resultados posibles», el de Derio sacó su libro de estilo para expresar sus deseos en alto. «Yo siempre he sido un entrenador que me ha gustado siempre apretar arriba, mantener la defensa alta, ser un equipo más racial, más de centros, más de llegadas por banda y para eso necesitas patas, patas para apretar arriba». Sin duda, un estilo, a priori, muy diferente del que debe tener un equipo donde el balón vaya a depender de dos jugadores no especialmente rápidos como son Ontiveros y el recién contratado para los próximos cuatro años Suso Fernández.
El caso es que Garitano no podrá quejarse de contar con dos de los que van a ser, si no lo son ya, los mejores de la categoría de plata del curso 25/26. No obstante, el técnico vasco tendrá que trabajar desde ya la manera de encajar a dos futbolistas con querencia a jugar a pierna cambiada y partiendo desde banda. El hecho de contar más con dos interiores que dos extremos le hace dar la vuelta a su esquema mental como a una tortilla.
Lo que tenía claro Garitano es que iba a seguir contando con Ontiveros y que lo de Suso estaba por llegar, de ahí haga el cuerpo para tener que 'jugar a otra cosa'. «Intentaré hacer cosas a mi gusto pero sabiendo antes qué tipo de futbolistas vamos a tener», manifestó antes de recordar lo que para él es más que importante. «Tengo bastante claro es que necesitamos patas, porque los equipos que han estado arriba este año son equipos que tienen patas, hambre y juventud, lo cual no quiere decir que jugadores veteranos no tengan cabida también. No es un tema de edad, es un tema de patas muchas veces».
Habrá que esperar a la evolución de la pretemporada y a los refuerzos que lleguen para darle esas patas que no deben darle los talentosos Ontiveros y Suso, llamados a marcar las diferencias en la zona de arriba. Además, también ha llegado -aunque aún no es oficial- Sergio Ortuño, un pulmón en el centro del campo para un equipo que deberá contar con seis más para dar el respaldo necesario a un tridente -a la espera del 'killer'- que deberá descansar mientras sus compañeros trabajan con la finalidad única de sacar el brillo a los metales que otros traigan de la mina.